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LAS COLAS DEL HAMBRE Y LOS TERNEROS DEL BARCO.

Resulta, cuanto menos paradójico, que en un país como el nuestro, con la insultantes cifras de paro conocidas recientemente, con las deficiencias sanitarias, laborales y alimenticias, de una gran parte de la población, la autoridad del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, (MAPA) decida y decrete el sacrificio y destrucción de cerca de tres toneladas de carne, con destino a compost si acaso.

Imagino que a estas alturas, casi toda la población es conocedora de la situación de alrededor de 900 animales vacunos en un barco que partió de Cartagena con destino a Turquía. Fue rechazado, al igual que en Libia, recalando de nuevo el barco en el puerto de Cartagena después de casi dos meses y medio.

Como Veterinario y como ser humano, con sentimientos, me produce una perplejidad indefinida, el conocer el destino que espera a estos animales.

También como Veterinario, he tenido conversaciones y reflexiones con colegas, tanto desde la perspectiva de Salud Pública (alimentos a consumir) como de Ganadería (bienestar y sanidad animal ) , y les puedo decir que el criterio mayoritario está en contra de la decisión de la Autoridad Agrícola y Ganadera.

Estamos en una sociedad irreal, ficticia, insolidaria, y, según algunas teorías, con un futuro incierto. Y conste que soy una persona optimista.

Como se dice coloquialmente, para muestra de lo anterior tres botones: El primero, en los últimos diez años el número de animales domésticos, o de compañía, en los hogares de España, ha sobrepasado al número de nacimientos de niños y niñas de 0 a 15 años; el segundo, el casi 90% de los miles de toneladas de alimentos comprados y que van a la basura, proceden de los hogares, y la causa haber superado la fecha de consumo preferente y/o caducidad; el tercero, en nuestra UE hacemos y practicamos la “chulería” de pagar subvenciones para tirar y destruir (para que nadie pueda aprovechar) los excedentes de alimentos en épocas de sobreproducción, sobre todo productos hortofrutícolas y frutas. Y ahora carne de vacuno.

El caso que preocupa y nos exige reflexión en la actualidad es, lógicamente, el del barco de terneros.

Hay que ver cómo la Administración, con las actuaciones, interpretaciones y recursos que tiene, no ha sido capaz en este caso de arbitrar medidas para poder aprovechar esa ingente fuente de proteínas para facilitarlas a las personas más desfavorecidas.

Lo más sencillo ha sido la postura adoptada, decomiso y destrucción.

Después de la Inspección Veterinaria oficial llevada a cabo por el MAPA, en el acta no se ponen de manifiesto problemas  que tengan cualquiera de los animales. En resumen, no se ponen de manifiesto problemas sanitarios, ni de bienestar animal. Concluye la citada acta/informe que “no hay signos críticos que supongan compromiso o riesgo vital a corto plazo para los animales”.

Por supuesto, no menciona en ningún momento el posible peligro para la Salud de sus posibles consumidores, ni para la Sanidad Animal.

¿Qué ha pasado entonces para tomar esa drástica  decisión?, yo me mojo, con el respaldo de de varios compañeros Veterinarios.  El problema se ha politizado y convertido en una guerra comercial entre países.

Seguro que no nos vamos a enterar, ¡ojalá me equivoque!, de cuál ha sido la razón final que ha llevado a la Autoridad Agrícola  a dictaminar el sacrificio y destrucción de esos animales.

Tenemos antecedentes de productos alimenticios de origen animal. Que ante fallos en la documentación de origen, trazabilidad, u otro fallo documental, han sido autorizados y verificados en cuanto a su aptitud para consumo humano, y librados para su distribución por ONGs.

La propia normativa alimentaria UE, permite destinar alimentos con carencias, o con presencia de alguna contaminación (Salmonella por ejemplo, pescado fresco, etc.), previo su tratamiento por procesos tecnológicos que aseguren su aptitud (congelación para el pescado, tratamiento por calor para huevos y carne de pollo, y otros).

A cualquier persona con uso de razón, y a los Veterinarios por conocimientos y ciencia, nos parece una situación propia de un país muy rico, con sus calles llenas de ciudadanos con muchas necesidades.

Y para mayor abundamiento … viene otro barco con más de 1.500 animales.

¡¡¡¡ Qué pena y qué barbaridad !!!!.

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